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Con el Radioshow de Play de Givenchy, presentamos el primer programa de radio emitido en Spotify en España. A lo largo de los tres anteriores programas, intentamos resumir lo mejor del panorama musical de 2011: novedades musicales, temazos para bailar e incluso un punto de emotividad melódica.
Para esta última entrega hemos escogido algunas de las que considero las mejores canciones que vieron la luz a lo largo del año. Estas son las elegidas:
The Naked and Famous – Young Blood. Desde una vertiente muy pop, estos neozelandeses explotan un elegante rock con toques de electrónica. Esta canción forma parte de su primer disco, que se publicó en su país natal en 2010 e iluminó el resto del mundo en 2011.
Cut Copy – Take Me Over. Los australianos son como un enchufe de optimismo y buen rollo. Es pura energía lo que encontramos en su tercer disco, el que hace bailar con himnos como este.
Lykke Li – Get Some. En 2008 su delicada contundencia nos sorprendió a todos. Con su segundo disco, la sueca trascendió a la etiqueta de «artista de moda», demostrando que su madurez musical es uno de los mejores regalos que tuvimos en 2011.
The Pains of Being Pure At Heart – Heart in your Heartbreak. En esta segunda entrega los de Nueva York, han hecho todo lo posible por maquillar esa tristeza residente en el fondo de su primer álbum. Lo han logrado con melodías mucho más brillantes e intensas.
The Vaccines – Post Break-Up Sex. Uno de los grandes descubrimientos del año. Con su debut han paseado por todo el mundo convertidos en nuevo fenómeno del rock británico.
Beady Eye – Bring The Light. Esta es la canción más destacable de un disco que en conjunto no logró llenar expectativas. Con el fantasma de Oasis a sus espaldas, Beady Eye apostó por un sonido bastante setentero, y sí, lograron diferenciarse de aquella aventura musical previa, pero a qué precio…
Nacho Vegas – Lo que comen las brujas. Fue el gran año del asturiano. La Zona Sucia es probablemente el mejor trabajo de su carrera, en el que se le nota más centrado en su labor de creador de historias. Ya no se muestra tan fatal este Nacho, sí crítico, curioso, ansioso por contar lo que ve y escucha.
Amaral – Esperando un resplandor. Hicieron el disco que querían y han triunfado alejándose de los mandatos de las discográficas y las radiofórmulas. Su Hacia lo salvaje es un disco autopublicado y autoproducido, y como tal, es Juan y Eva en estado puro, alcanzando un nivel virtuoso en interpretación vocal y musical.
Vetusta Morla – Mapas. Parece que los madrileños se hubiesen hecho con un manual para continuar triunfando. Este segundo trabajo crece en cada escucha y se instala en el cerebro, hasta llevarnos a la euforia de verlos en directo, saltar, corear su letras (pegadizas a pesar de su compleja estructura), y quedarnos embelesados con su fuerza e intensidad interpretativa.
Lenny Kravitz – Stand. El mejor disco en 10 años de Lenny Kravitz merecía especial atención. Es Lenny puro, alejado de poses y de ansias por ascender a los cielos. El cantante vuelve a dejar fluir su siempre increíble voz para envolvernos en una colección de canciones que mezclan rock, funk, R&B y sobre todo, mucho estilo.
Raphael Saadiq – Radio. Uno de las principales figuras del nuevo soul. El californiano ya nos sorprendió con la elegancia clásica que recubría su tercer disco, el más aclamado de su carrera. Tras aquella revolución de ritmo y sensualidad, ahora repite la hazaña con muy buena nota.
Adele – Rolling in the Deep. Una de las grandes canciones de 2011 forma parte del mejor disco del año. Bien producido, fantásticamente compuesto y salvajemente interpretado, Adele ha firmado una maravilla que envuelve el corazón en base a pura emotividad.
Cold War Kids – Louder Than Ever. A estas alturas, estos californianos merecen mucha más atención de la que se les ha prestado. Son unos obreros del rock, capaces de despachar maravillas como esta, incluída en su tercer disco.
Foo Fighters – Walk. Siempre hay que dar gracias por un nuevo trabajo de la banda de Dave Grohl. Para su séptimo trabajo de estudio, la banda mantuvo la garra de siempre y nos descubrió que la grandeza del rock puede seguirse explotando con un resultado aclamado por la masa. Pocas bandas saben sublimar este estilo y hacerlo con un virtuosismo y una profesionalidad imbatible.
The Strokes – Under Cover of Darkness. Vale, el disco completo nos dejó con las ganas. Esperábamos mucho más de ellos tras tanto tiempo sin escucharles. Pero es que esta es de las mejores canciones del año. Escuchas la guitarra y ya te dejas llevar por los próximos cuatro minutos. Al menos se acuerdan Casablancas y compañía de seguir haciendo himnos generacionales, aunque en menor medida respecto a los precedentes.